MENSAJE DEL DIA
Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
P
or varios años he escrito una carta cada mes a cada uno de mis 14 nietos que viven desparramados. También incluyo una hoja titulada <
>, que contiene historias y lecciones aprendidas en mis 80 años. Mi oración es que esas historias puedan enseñarles principios morales y guiarles al camino de Jesús. Confieso que es bueno recordar experiencias del pasado sobre como Dios me ha dirigido, me ha cuidado y me ha bendecido. Deuteronomio 4:9 incluye una descripción de trabajo para los abuelos/as. Somos responsables de transmitir las lecciones que hemos aprendido. La mejor forma de hacerlo a través de historias, así como la Biblia está llena de relatos de Dios obrando en las vidas desde hace siglos.A medida que meditamos en nuestro pasado, nos percatamos del gran amor de Dios. Si, vemos nuestros errores y nos podemos regocijar en el perdón de Dios. Pero también vemos su gracia. Nos sorprenden las misericordias de Dios cada mañana. Conversamos y comuniquemos los relatos de su misericordia, especialmente a nuestros nietos.
Sr. John M Drescher (Pennsyvania, EUA)