Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias
Recibí una noticia devastadora: Tenía cáncer del seno. Con lágrimas en los ojos y asustada, regrese de la cita con el doctor a casa. Encontré un mensaje en la contestadora. La voz de mi tía decía: <<>>.
Tome mi Biblia y leí: <
>. Marque esa página en mi Biblia, < > (Salmo 103:1-3). Según repetía los versículos, sustituía la palabra tu por mi:<<….el que rescata del hoyo (mi) vida>> (versículo 4). Leí el Salmo antes de la cirugía y mientras esperaba los resultados de las pruebas<<...el que (me) corona de favores y misericordia>> (Versículo 4). Continúe leyendo durante mi tratamiento, varias veces al día, débil y temerosa del futuro (si es que tenía un futuro) <
> (Salmo 103:5). Leí los versículos cada día, hasta que me fortalecí. Hoy mi vida ha vuelto casi a lo que era antes, pero no soy la misma. Ahora entiendo la importancia de alabar a Dios en cada situación
Sra. Carol A. Lowe (Texas, EUA)
