En las manos de Dios

Señor, yo confío en ti, y declaro que tú eres mi Dios. Mi vida está en tus manos . . .

- Salmo 31:14-15 (RVC)

Hablaba con mi hijo José Ismael, cuando éste me dijo: «Papi, me gustaría poner las manos sobre las personas enfermas y que éstas se sanen. ¿Cómo se hace esto?». En ese momento yo me disponía a cambiar de canal con el control remoto del televisor. Fue allí cuando le dije: «Mira José, este control remoto fue diseñado para encender, apagar y cambiar de canal entre otras cosas en este televisor. Pero la realidad es que el control remoto no puede hacer aquello para lo cual fue diseñado si una mano no lo toma y hace que sus funciones sean ejecutadas».

Así somos nosotros, Dios nos ha diseñado para hacer grandes cosas, pero si la mano de Dios no nos toma para aquello para lo que fuimos creados, no se producirá en nuestras vidas. Solo tenemos que permitir que Dios nos tome en sus manos y realice su voluntad en cada uno de nosotros. De esta manera podemos estar seguros de que todo aquello para lo que nos diseñó lo veremos realizado en nuestras vidas.

El Aposento Alto

http://elaposentoalto.upperroom.org/es/devotionals/2016-10-16