Ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.
NUESTRA hija, mi yerno y tres nietas pequeñas viven lejos de casa. Ellos viven en un continente diferente, al otro lado del Océano Atlántico; en un hemisferio diferente y en una zona con hora diferente.
Siempre que los visitamos, disfrutamos cada momento de nuestro tiempo juntos. Justo después de una visita reciente, pensé en mi hija, en cuánto la amo y cuánto la extrañaría. Sé que, aunque estemos separadas físicamente por océanos y continentes, nada puede detener el amor que compartimos.
Dondequiera que nuestros seres queridos vivan en el mundo, siempre estaremos unidos por el amor. Esto nos puede mostrar algo sobre cómo escucho esta verdad. El mensaje de un viejo himno es sencillo, pero verdadero: «Ancho, ancho, como el océano, alto como el cielo; profundo, como el más profundo mar es el amor de mi Salvador».
El amor de Dios alcanza a todos los seres humanos, dondequiera que nos encontremos.
Sra. Penny Wellington (Gauteng, Suráfrica)
Oración:
Te doy gracias, Dios, porque nadie está más allá del alcance de tu amor. Bendice a quienes están lejos del hogar y la familia, y guárdanos a todos/as bajo tu cuidado. Amén.
){kind=link}