Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera... Por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos..
CUANDO estaba en la universidad, un amigo mío me hizo un rótulo en madera para la puerta de mi dormitorio. El rótulo leía: «Ten fe en Dios». Esas palabras fueron un desafío y una esperanza para mí, y continúan siéndolo en el presente.
Me retan, porque a pesar de las innumerables veces que he pasado frente al rótulo, no siempre sigo su consejo eterno. A veces cuando surge la incertidumbre del trabajo, me demoro en confiar en Dios. Aun en los momentos de alegría han sido un reto, debido a que éstos sutilmente me pueden apartar de la vigilancia que necesito para cultivar mi fe.
Pero estas palabras también me inspiran esperanza. Hebreos 11 me recuerda que por medio de la fe algunos de los personajes más humildes en la Biblia superaron sus circunstancias y sus fracasos para agradar a nuestro Creador. Como se ha registrado en los evangelios, Jesús liberó a personas que tuvieron «tanta fe» (Lucas 7.9), «poca fe » (Mateo 6.30) y hasta habían perdido la fe (Lucas 8.25). De todos estos encuentros obtengo nueva esperanza y aliento. ¡Qué consuelo es saber que Jesucristo recibe con amor todas nuestras señales de fe!
Sr. Steve Wilcox (Kentucky, EUA)
Oración:
Señor Jesús, gracias por la vida de los antiguos fieles. En cada circunstancia, permite que también tengamos fe. Amén.
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