Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová..
MI nieta estaba viendo un viejo himnario. Comenzó a leer un himno que mencionaba el término Eben-ézer. Se detuvo y preguntó: «Abuela, ¿qué significa Eben-ézer?». Juntas, descubrimos que un Eben-ézer es un monumento memorial hecho de piedras; simboliza la ayuda y la dirección de Dios.
Mi nieta y yo hablamos sobre las cosas que nos recuerdan el amor de Dios. Recordamos la historia del sueño de Jacob y la promesa de Dios de bendecirle (Vea Génesis 28. 10-22). Jacob derramó aceite sobre la roca que había usado como cabecera, y la colocó aparte como un recordatorio de su encuentro con Dios. Leemos sobre Josué dirigiendo las tribus de Israel al cruzar el río Jordán (Vea Josué 4). Un representante de cada tribu llevó una piedra, y Josué las colocó juntas como un recordatorio permanente del cuidado de Dios.
Nosotros también podemos tener «Ebenezeres». Es bueno a veces recordar cómo conocimos a Dios, la sanidad recibida, las oraciones contestadas, y recordar que Dios camina con nosotros día a día, como nuestra guía y nuestra ayuda.
Sra. Elvie Klein (Queensland, Australia)
