Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante.
MI esposo y yo estuvimos visitando unas montañas muy altas en el estado de Virginia, Estados Unidos. Allí observamos cómo un águila volaba sobre grandes riscos. Volaba como jugando con el aire. Se veía que no hacía ningún esfuerzo. Disfrutaba volando, como si no pusiera atención a lo que está debajo: riscos, peñascos y ríos caudalosos.
Pensaba si así pudiéramos confiar en el Señor Jesús: caminar en nuestra vida diaria sabiendo que nos lleva en sus manos día a día, y nos cuida en medio de las circunstancias difíciles. Sólo así nos podemos mover con toda libertad sobre los problemas, sobre el pasado, sobre los errores que hemos cometido. Mientras más alto vuela el águila, más pequeñas ve las dificultades debajo de él.
Si te acercas más a Dios y pasas tiempo a solas en oración, meditación y lectura de la palabra de Dios, subirás y triunfarás sobre lo que te detiene. Creer de todo corazón en lo que Dios nos promete te ayuda a olvidar lo que pasó en tu vida. Sólo así lograrás tus metas y tus anhelos más profundos, y caminarás en las alturas con Dios.
Sra. Miriam Piñero (Naguabo, Puerto Rico)
