MENSAJE DEL DIA
Me llevó a la casa del banquete, Y su bandera sobre mí fue amor.
CUANDO me dieron mi primera asignación principal como reportero de deportes, estaba nervioso e inseguro. Era nuevo en el trabajo y no sabía cómo funcionaba el sistema. Tampoco estaba seguro de si habría un asiento esperándome en la sección de los periodistas en el estadio. Para empeorarlo todo, no podía encontrar la entrada. Afortunadamente una guardia de seguridad simpatizó conmigo y me explicó el procedimiento. Me guió hacia la sección de los periodistas. Allí, en un estadio sin una taquilla disponible, había un asiento con mi nombre. Me relajé y observé el juego desde el mejor asiento.
Mefi-boset debió haber sentido el mismo tipo de inseguridad cuando fue invitado a la mesa del rey David. Un día este pobre hombre lisiado estaba en el nivel más bajo de la sociedad, y al otro día estaba cenando en el salón de banquetes del rey.
Nosotros/as también hemos sido invitados/as a disfrutar de la mesa del Rey. Podemos sentir que no merecemos este honor, pero debemos recordar que Dios se complace de tenernos morando con nuestro Creador. Así que tome asiento, relájese y simplemente diga sí a la invitación de Dios.
Sr. Alexander Marestaing (California, EUA)